Si tenemos un montón de trigo, y vamos quitando granos, a partir de qué punto deja de serlo y pasa a ser una colección de simples granos; asimismo, si tenemos un grano y vamos añadiendo sucesivos granos adicionales, cuándo se puede decir que tenemos suficientes granos como para considerar que son un montón?

La palabra Sorites proviene del griego “Soros”, montón o pila.  Se atribuye al lógico Eubúlides de Mileto, crítico con Aristóteles, contemporáneo suyo. Aristóteles propone la lógica del tercero excluido (algo es verdadero o falso, de una manera o de otra, pero no existe una tercera posibilidad, el tercero queda excluido…). Dichos argumentos fueron utilizados por los Escépticos para combatir la idea lógica de los Estoicos.

Se trata de la cuestión de los límites: qué establece cuándo algo pasa de ser «x «a ser «y»? En qué momento se produce el cambio de estado?. A menudo nos dirigimos en nuestras vidas calificando las cosas (gordo/ flaco; bello/ feo…), estableciendo límites, y si los analizamos bien veremos cómo son completamente subjetivos o bien términos que en su día se acuñaron (cultura, tradición) y sirven para simplificar la realidad que vemos y en la que nos entendemos.

Si vamos incorporando granos de arena, llega un momento que ya nos va pareciendo un montón… pero cuándo pasa (en qué momento el ser humano deja de «ser» humano?).

La paradoja del Calvo:  A partir de qué momento podemos determinar si alguien es calvo o no?. Hay una diferencia clara, un límite, para establecer cuándo algo es una cosa u otra? (ser humano o animal?). ¿En qué momento, y bajo qué circunstancias algo pasa de ser considerado de una manera a ser considerado de otra?.

Hay situaciones no tan fáciles de definir, ya que no es cuestión de o blanco o negro, sino que hay matizaciones, lo cual se ve mejor en el lenguaje natural, y de ahí la importancia de considerar algo como “granos” o “montón de granos”.

 

Eubúlides de de Mileto, S IV a. C

Nació en Mileto, discípulo del fundador de la escuela de Megara (Euclides).

Eubúlides pasa a dirigir la escuela megárica, y nos propone paradojas que buscan encontrar la contradicción del lenguaje, y la imposibilidad de fijar unas reglas claras para determinar conceptos que la gente utiliza normalmente. Es decir, el lenguaje es subjetivo, al menos en cierta parte.

Aristóteles en su Lógica nos propone que los términos pueden ser definidos, y llegar con esto a conclusiones (Si A entonces B, así como llegar a entender las causas primeras…). Eubúlides propone la dificultad de definir cuando algo pasa a ser efectivamente un montón de arena (a medida que vamos agregando granos de arena) o deja de ser tal (a medida que los quitamos).

La pregunta por tanto es: en qué momento, cuántos granos forman la diferencia entre “montón” y “no montón”? Se puede determinar claramente?

En Psicología, se puede ver cómo la persona es la que determina el resultado: si tenemos un vaso lleno por la mitad, se considera “medio lleno” o “medio vacío”? (la respuesta varía según la persona sea optimista o pesimista).

A menudo un problema es visto como un montón de arena, no como un grano, y se engrandece, lo vemos sin salida y nos ahogamos en un mar de dudas.

Saber identificar de qué manera nuestra subjetividad, nuestro estado de ánimo, determina la manera en la que entendemos el mundo. Si somos capaces de ver esto, que nuestra subjetividad influye en la manera que vemos algo, sabremos revertir esos problemas en algo positivo.